Conoci toda esta zona de la Costa Dorada cuando era una nina, con mis primas. Sus preciosas calas, su naturaleza y sus puestas de sol. La brisa del mar. Nuestros paseos en bicicleta, nuestras marchas a pie. Elegi una casita sencilla y agradable para vivir, donde todo esta cerca, sin ruidos, donde poder oir el viento de la Tramontana, si lo deseo, y estar protegida de ella, esa Tramontana de los cuentos de nuestros ancianos.
Estamos cerca de todo!