Esta villa con una decoración muy cuidada es adecuada tanto para verano como para invierno. Muy agradable. Nuestros inquilinos se sienten tan bien como en casa.
Nunca nos cansamos de la impresionante vista del mar y la playa de arena blanca que se extiende hasta el infinito.
El bosque está justo detrás. Ideal para excursiones a pie, en bicicleta, trotar, recogiendo moras en el verano, recoger brezo, piñas, etc.
momentos intensos cada noche con la puesta de sol frente a la casa.
Los puntos de surf son abundantes en la playa.