"Encontramos el apartamento con relativa facilidad. Está en una calle peatonal muy popular, de esas en las que salen los fados a toda voz por las ventanas de las casas, la ropa se tiende por la fachada principal y los vecinos se entretienen hablando tranquilamente a la puerta de casa. En el interior del piso en cambio, el silencio es absoluto, de día y de noche.
No se puede llegar hasta la misma puerta con el coche, pero se puede parar durante unos minutos si no hay coches, en la propia bocacalle del edificio o en un par de bocacalles cercanas más. El aparcamiento subterráneo de la calle Campos dos Mártires da Patria, está a 5 minutos a pié y su precio máximo al día es de 10,50€, no hay que subir o bajar muchas cuestas para llegar hasta él, pero ¡ojo!, en Sábado o Domingo sólo podrás sacar el coche, no guardarlo. Para entrar funciona los días laborables. En todas las calles del centro hay parquímetro y sólo te permite pagar 4 horas como máximo durante el día.
En la Calzada de Santana (que es la calle por donde se llega en coche) hay varias tiendas para sacar del apuro el día de llegada e incluso algo más. Sobre todo una que está a 50m, tiene pan, verduras, bebidas... También hay un dos carnicerías, algún restaurante... Un poco de todo.
Para visitar el centro de Lisboa no tendrás que coger el coche, ¡¡Está a 5 minutos a pié de Rossio!! Muy céntrico, en un momento estás en el Teatro Nacional Doña María II.
Que el apartamento no cuente con ascensor, no ha sido para nosotros ningún impedimento... ¡¡Lisboa está llena de cuestas y escaleras!!
El piso estaba muy limpio, tiene todo lo necesario para cocinar. La cama es cómoda y grande, el sofá convertible en cama también es cómodo y suficientemente ancho para dos adultos.
Tiene calefacción y aire acondicionado ¡¡Y unas vistas preciosas Hacia el Castillo de San Jorge y la Iglesia Parroquial de Gracia!!
Hemos pasado una semana estupenda 2 adultos, una niña de 5 años y otra de 13 y nos hemos sentido como en casa gracias a la acogida y atención del dueño... ¡Recomendable!"