Somos una familia extensa que nos juntamos una semana al año para pasar juntos unos días de vacaciones. Es difícil encontrar una casa en la que quepamos los 16 o 18 que somos, según las agendas, a finales de agosto. Este año escogimos Pontós porqué estaba cerca de Barcelona y nos ahorrábamos un traslado largo y a veces muy cansado.
Lo hemos pasado muy bien. La casa era confortable, por la noche muy tranquila, alejada de carreteras y centros urbanos. La cocina, espaciosa, aunque com o cocinamos mucho, encontramos a faltar cuchillos que cortasen. Las habitaciones correctas, algunas muy espaciosasa y luminosas. Y las zonas comunes más que suficientes, tanto las del interior como las del exterior. Lo mejor el fresquito en el porche por las noches.
Lástima de sequia, que maltrata la vegetación existente.
Ah........... y la tele sólo capta cadenas alemanas. Y el fútbol es el fútbol!!!!!!!!!!!!!!!!!