A mis años nunca pensé en la opción de poner a disposición de viajeros un piso de nuestra propiedad, pero tras la experiencia de viajar por gran parte de Europa y Asia con mi marido e hijos se me ocurrió la posibilidad.
Cuando viajamos, casi siempre nos alojamos en casas o apartamentos con este sistema y nos parece realmente fantástico, tras pasar el día conociendo lugares nuevos, cuando llega la hora de volver a casa, y realmente así lo sentimos, los sitios en los que nos hemos alojado se han convertido en nuestro piso de Sofía, nuestra casa de Croacia, el chalet de Turquía... Durante el tiempo que los hemos ocupado, siempre los hemos sentido como nuestros, y es que eso es lo mejor de este tipo de alojamiento.
Compramos el piso pensando en el futuro de los niños, que de momento están con nosotros, así que entre tanto lo pondremos a disposición de personas que quieran conocer nuestra ciudad y encuentren en nosotros el apoyo que necesitan para disfrutar de este maravilloso enclave.
Me encanta Pontevedra, es una ciudad maravillosa para vivir, pasear, tapear, ir de terrazas, caminar, con un gran ambiente nocturno... Realmente ha merecido los últimos premios que ha recibido a nivel internacional por el modelo de ciudad, pensado fundamentalmente para las personas.