Vivienda de piedra con un molino harinero de principios de siglo pasado totalmente restaurado, que posee cuatro habitaciones, salón amplio con chimenea, 2 aseos completos y una buhardilla espaciosa. Alberga un patio interior con una pequeña cascada de agua que proviene de la acequia que nutre al molino, la cual te envuelve con su sonido en un remanso de paz. A la vivienda la rodea una finca de 1200 m2 rodeada de una pared de piedra, y atravesada por la acequia que hace funcionar al molino.
Está enclavado en plena naturaleza rodeado de robles y pastos, a 15 minutos andando de Piedrahita. Además posee unas vistas excepcionales del valle del Río Corneja.