Alojamiento basado en un soberbio edificio neoclásico del siglo XVIII, declarado como B.I.C; Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León, con categoría de "Monumento".
Es una antigua joya realizada en piedra que data del 1740. Fue construido por orden del canónigo recto de la Universidad de Santiago, Don Juan Antonio Serrano Mañero, y perteneció a esta familia noble de la zona, hasta que, a finales del siglo XX pasó a pertenecer al Ayuntamiento de Sotillo de la Ribera, actual propietario.

Éste edificio del S. XVIII ha sido interiormente reformado por completo y su fachada está protegida por Patrimonio Nacional por su estructura y por poseer dos escudos. Popularmente se conoce como la “Casa Grande”.

Ubicada en el centro del pueblo. Resalta de la casa el efecto acogedor para el huésped, conseguido por su amplitud y por su decoración rústica puramente artesanal, adaptada con diferentes estilos a cada una de las estancias. Guardando hasta el más mínimo detalle, siempre con mobiliario de calidad. En sus paredes cuelgan cuadros de pintores de la zona, Fermín Aguayo, Santiago Izquierdo, al igual por toda la casa están expuestas las tallas de madera de nogal de Amancio Calvo.

Coqueto alojamiento con encanto que ofrece todo tipo de comodidades al alojado, diferente salas de ocio, habitaciones con baño privado y calefacción de gasóleo.
Grandes rincones para disfrutar con amigos y familia. Conserva el encanto antiguo de nuestros antepasados y sin embargo está perfectamente acondicionada para ofrecer la máxima comodidad en un ambiente rústico elegante y acogedor. Es el lugar adecuado para desconectar y disfrutar de la paz. La casa también dispone de un jardín interior privado para su tranquilidad y relajación personal.

* Es típico en la zona degustar Cordero Asado, con sello de calidad IGP (Castilla y león).

Nosotros nos podemos encargar de comprarlo y llevarlo a asar en el horno de leña tradicional de la panadería del pueblo a precio de coste o también podéis adquirir el cordero en cualquier carnicería de la zona y llevarlo vosotros mismos a asar a la panadería.

¡Buenísimo!