El emplazamiento está muy bien, cerca de la Gare du Nord y a dos pasos de buses y metro.
El barrio es muy animado, con tiendas y restaurantes cerca, la calle es muy tranquila para dormir. A quince minutos a pie de la Basílica del Sacré Coeur.
La anfitriona Isabel una maravilla, muy atenta y acertada con las indicaciones para comprar y dónde ir a comer por el barrio.
El apartamento está muy bien equipado, amueblado y limpio. Es pequeño pero tiene de sobra todo lo necesario para pasar una grata estancia, nosotros somos una pareja con un niño de 10 años.
A recomendar.